Desde el inicio del conflicto, los ataques contra la cadena alimentaria han sido constantes. Su frecuencia y letalidad se han disparado
La escalada de violencia golpea a una población al límite, para la que buscar alimento implica arriesgar la vida: más de 1.000 personas han muerto y al menos 6.000 han resultado heridas intentando conseguir comida, según el Ministerio de Salud de Gaza.